Es frecuente que, en tiempos difíciles, las personas demuestren un enfoque en terminar tareas y actividades que entregan más valor y realmente importan.
Por Óscar Trujillo Ramos
Un catalizador es una sustancia o elemento que juega un rol acelerador en una reacción. Como humanos, la primera reacción ante el peligro es paralizarnos. Pisar el freno. Después de todo, detenernos y no seguir avanzando es garantizar la seguridad ¿verdad?.
Por el contrario, para muchas compañías el detenerse, pausar o decir “no”, puede ser aún más riesgoso. Especialmente en tiempos en que la sociedad, el mundo y los negocios están cambiando a un paso acelerado. ¿Cómo podemos progresar en medio de la crisis? Aprovechando el momento, realizando acciones efectivas y creando un plan para nuestro progreso.
En Solunatec sabemos que los mexicanos triunfamos ante la adversidad, nos hacemos fuertes a través de las situaciones difíciles e innovamos conforme lidiamos con los problemas que encontramos en el camino. En este tiempo de crisis, en lugar de detenernos, es momento de actuar.
Actuando es como creamos resultados, los resultados nos guían a tomar decisiones, a hacer cambios para adaptarnos y tomar mejores acciones en el futuro. Es un enfoque contraintuitivo, algo que va en contra de nuestra intuición; la única manera de obtener resultados es pasando a la acción. Debemos empezar por lo sencillo, aprender y forzar nuestro camino ante la incertidumbre. Detenerte significa que no estás aprendiendo.
Durante tiempos sin crisis caemos en la rutina. Las operaciones guían nuestros días y muchas malas prácticas se insertan en nuestros equipos. Hay muchas iniciativas en progreso para mejorar, pero nunca terminamos ninguna. Es frecuente que, en tiempos difíciles, cuando las apuestas son altas y hay un sentido de urgencia, las personas demuestren un enfoque en terminar tareas y actividades que entregan más valor y realmente importan.
El sentido de urgencia crea presión. Y podemos decidir hacernos a un lado, rezar y esperar a que pase la tormenta o animarnos a tomar riesgos, equilibrar seguridad y velocidad para triunfar ante la incertidumbre. Si nos detenemos, no aprendemos. Si tienes miedo de fallar, les fallarás a tus clientes y estarás detrás de la competencia.
¿Cuáles son los elementos para nuestro plan de juego? Primeramente, tener una imagen clara de cuáles son tus prioridades; define por qué son importantes. Después, crea las acciones que te llevarán a esa meta. Acepta que habrá muchas variables y cosas inesperadas. Define expectativas para tu equipo y declara que es el momento de poner en práctica tus valores. Asegúrate que tu equipo tenga un espacio seguro donde pueda compartir y aclarar todas las dudas y errores. Entre mayor es la calidad de la información que se comparte, la calidad de las decisiones que tomamos también será mayor.
En esta situación, el concepto de Producto Mínimo Viable (MVP por sus siglas en inglés) se hace relevante. Un MVP es la versión de un producto o idea que permite recabar la mayor cantidad de aprendizaje con la menor inversión posible. Es comúnmente utilizado para evaluar la viabilidad de mercado basándose en la retroalimentación obtenida por los usuarios o clientes. Si tienes una idea, hoy es el momento de actuar.
A veces necesitamos un shock, algo que rompa el sistema para abandonar el statu quo, cambiar los paradigmas y crear nuevas ideas a través de la innovación continua. Citando a Winston Churchill, “nunca se desperdicia una buena crisis”.
Referencias:
Barry O’Reilly. (2020). Don’t Let a Good Crisis Go to Waste. Instead, Use It as a Catalyst for Innovation.
Mayo 3, 2020, de SingularityHub
https://es.khanacademy.org/science/chemistry/chem-kinetics/arrhenius-equation/a/types-of-catalysts
COMENTARIOS