
Restaurante La Ponderosa
Más que un negocio, es la relación con los clientes
Por Xóchitl Rodríguez
En espera de recuperar la relación con sus clientes, que ha sido cultivada a lo largo de tres generaciones, el Restaurante La Ponderosa mantiene la tradición y ofrece su servicio con órdenes únicamente para llevar, como una forma de proteger a los trabajadores, la mitad de ellos familia, y a los clientes, afirmó Jesús Manuel Franco Gherna.

El encargado de La Ponderosa, quien se considera de segunda generación, a pesar de que su abuelo fue el fundador y su padre -Jesús Manuel Franco- el primer encargado, como ahora también lo es él, dijo que ansían abrir al público para reanudar la interacción con los clientes, muchos de ellos también de tercera generación.
“Nuestro objetivo es mantener la tradición entre la familia hermosillense. Mucha gente nos considera para la comida de los domingos o vienen después de misa y buscan el sabor casero, que nos dicen es especial. Cuando yo estaba más joven saludaba a los señores que venían a comer y ahora saludo a los hijos y hasta los nietos. En cincuenta años nunca hemos utilizado publicidad y la gente nos sigue prefiriendo”, comentó muy agradecido por la fidelidad de sus clientes.
Más aún, se siente orgulloso de ser un pedacito de la ciudad, algo tradicional que mucha gente menciona porque La Ponderosa les trae recuerdos, por ejemplo de sus papás cuando andaban de novios.

Gracias a ello mantienen aproximadamente el 80% de su operación a través de plataformas de entrega, pedidos por teléfono y por la gente que acude al local en su automóvil, sin que se tengan que bajar para ser atendidos, dijo.
La hamburguesa es el producto que siempre ha estado en su menú. También hot dogs y en un tiempo pollo frito y flautas. Más o menos en 1985 llegó la piza y, junto con la hamburguesa, se convirtieron en los productos pilares del restaurante.

Este año, que ha sido diferente por la pandemia del covid-19, empezaron a trabajar con el modelo de entrega de pedidos. Antes, en marzo pasado tuvieron que cerrar el restaurante y dejaron de laborar seis semanas, durante las cuales los trabajadores siguieron recibiendo su salario sin que se despidiera a nadie.
Volvieron con las medidas de seguridad que exige la Secretaría de Salud y el servicio sólo para llevar. Lo que significa que dejaron de usar alrededor de 20 mesas “porque queremos cuidarnos nosotros, la familia, y a nuestros clientes”, reiteró.
“Gracias a Dios la gente ha respondido y nos hemos mantenido. Seguimos teniendo movimiento, no el que estábamos acostumbrados, pero sí nos hemos sostenido”, externó.

Otro de los cambios de ajuste fue modificar el horario. Originalmente atendían de martes a sábado de 7 a 11 pm y domingos de 12:30 a 10 pm. Con la pandemia, abren a las 6 pm y cierran a las 9 de la noche, y los domingos recortaron el horario a las 8 pm.

Dijo que en lo que resta del año seguirán trabajando con la misma modalidad y su expectativa, principalmente, es recuperar la relación con sus clientes.
Jesús Franco recomendó a los pequeños empresarios que tengan paciencia y perseverancia. “Hay tiempos buenos y tiempos malos. El detalle está en aguantar en estos malos tiempos y tener fe de que las cosas van a salir bien. Cuando menos piensa uno, la rueda gira otra vez y nos toca estar un poquito mejor”.

Recordó que cuando La Ponderosa empezó tuvo una época muy buena, pero en los años 90, cuando el “boom” de las franquicias, enfrentaron tiempos muy difíciles que con el tesón de sus padres lograron superar, hasta hoy, que cuentan con muy buena clientela. “Igual o mucho mejor que en los principios, gracias a Dios”, concluyó.
COMENTARIOS