
Propietario del restaurante
Tacos de Armando
Cuida a su personal para mantener la calidad del servicio
Por Xóchitl Rodríguez
Pese a que se encuentra a un 30% de su operación normal, en un horario que poco favorece sus ventas, Armando Rodríguez Oviedo apuesta a que pronto terminará la pandemia y nos irá bien a todos. Y él estará preparado con el personal adecuado para ofrecer su servicio de excelencia.
El propietario del restaurante Tacos de Armando, que este 2021 cumple 20 años de servicio, sin contar los 15 años previos en que su padre, Don Armando Rodríguez Rodríguez, trabajó en la carreta, destacó la importancia del servicio al cliente y se ha propuesto mantener a su equipo –que ya está capacitado- y es esencial para mantener la calidad del servicio.

2020 fue un año difícil. Tenía planes de abrir una sucursal, y en su lugar, debido al Covid-19, tuvo que cerrar temporalmente las puertas de su restaurante para protección de los 30 trabajadores, quienes siguieron recibiendo sus salarios.
Para mayo, con el fin de sostener los gastos de nómina y siguiendo estrictamente el protocolo impuesto por las autoridades de Salud, dijo que nuevamente empezaron a trabajar con la modalidad ordene y recoja, una cuadrilla muy básica de empleados y un menú más sencillo.
Desafortunadamente, en junio sufrieron un accidente y se quemó una parte del restaurante. Tuvieron que volver a cerrarlo. Para entonces, víctimas del desánimo y la desesperanza, al menos cuatro empleados habían presentado su renuncia.

Agradecido con Dios porque durante el 2019 le había ido muy bien, Armando decidió hacer lo necesario para mantener su empresa.
“Cuando bajaron los contagios nos permitieron trabajar al 70% de nuestra capacidad. Normalmente tenía 34 mesas que se redujeron a ocho; pusimos un encargado de la barra de ensaladas y salsas para que sirviera a los clientes e instalamos mamparas, además de todos los protocolos de la Secretaría de Salud”, comentó.

Pero, el propietario de Tacos de Armando ya había empezado a contratar más personal, cuando llegó el rebrote de Covid-19 y por tanto la restricción de horario.
“El horario normal de mi negocio es de 6 de la tarde a 12 am, pero empecé a abrir de una de la tarde a 7:30 de la noche en comedor y nos quedamos hasta las 9 con puro para llevar. A lo que la gente no está acostumbrada”, explicó.

Como a muchos empresarios, a Armando se le agotó el dinero de la empresa y ha utilizado gran parte de sus ahorros para mantenerla a flote. Empresarialmente no se pueden tomar muchas decisiones a futuro, lamentó, porque hay mucha incertidumbre en la industria restaurantera.
Sin embargo, en los Tacos de Armando -afiliado a la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), y donde se cumple estrictamente con todos los protocolos de higiene y salud para ofrecer mesas seguras- mantienen la esperanza de que pronto todo volverá a la normalidad con la vacunación.

“El hecho de que estén vacunando ya al sector médico nos da mucha esperanza. Habrá vibras y energías mucho más positivas, de esperanza, que nos servirán a todos”, comentó.
Lo principal, agregó, es que ni él ni sus trabajadores se han enfermado, lo que agradece profundamente a Dios. En tanto, aunque la empresa tiene sus dificultades, siente que –con lo que pueden, lo que tienen y lo que se les permite- ya están más preparados para enfrentar al Covid.

Armando Rodríguez Oviedo reiteró su confianza en que pronto volveremos a la normalidad y, en tanto, sólo espera que poder modificar su horario para regresar a las formas acostumbradas de operación del restaurante
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