¿Estás preparado para abrir tu propio negocio?

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El momento ideal para abrir una empresa es personal

Entrevista a:
Rosa María Osuna Lizárraga
Directora General de Estrategias Integrales para el Desarrollo Empresarial (EIDE) Consultores

Aunque hay requisitos que se deben cumplir y condiciones que motivan al emprendimiento, el momento ideal para abrir una empresa es algo personal y llega cuando la persona está lista para dar ese paso, consideró Rosa María Osuna Lizárraga, Directora General de Estrategias Integrales para el Desarrollo Empresarial (EIDE) Consultores.

El emprendedor es aquella persona que tiene la capacidad de encontrar una oportunidad de negocio y hacerla realidad, considerando las habilidades y conocimiento técnico que posea para llevar a cabo el emprendimiento, explicó.

Existen diversas motivaciones para que una persona decida emprender un negocio; puede ser que necesite solucionar una situación específica, como problemas económicos, alguna crisis, dificultades profesionales o incluso la pérdida de trabajo.

Otra motivación es la vocación familiar de aquellas personas que ya tienen un negocio y desean heredarlo a los hijos, agregó, o bien de quienes crecieron en un ambiente empresarial y emprender un negocio les resulta un paso natural en su desarrollo.

La creatividad sumada al internet y el boom de la conectividad propician buenos negocios. La búsqueda de ser independientes a través de un proyecto propio o querer ser nuestro propio jefe y tener mayor tiempo para la familia, todas son motivaciones para el emprendimiento, dijo.

También, la motivación para abrir una empresa puede llegar inesperadamente al asistir a ferias, exposiciones y eventos de este tipo, o por el deseo de ayudar a las personas, ya sea ofreciéndoles un producto adecuado o generando empleos. Sin embargo, precisó la consultora, el identificar una oportunidad y tener la convicción de que somos capaces de suplir esa necesidad debe ser el ingrediente principal para determinar cuándo abrir una empresa.

“Hay un sinfín de oportunidades que podemos detectar cuando nos enfocamos a un nicho de mercado. La razón principal por la que ponemos un negocio es porque tenemos una necesidad personal, pero debería ser cuando detectamos una oportunidad y la unimos a las habilidades que tenemos. Esta es la principal motivación”, reiteró.

En los lugares donde se da capacitación para emprendedores es común que se manifieste como razón principal para emprender el haberse quedado sin trabajo. Pero no necesariamente es lo mejor, porque la familia tiene necesidades apremiantes y cuando se inicia un negocio pueden pasar hasta dos años para que sea rentable. A menos, dijo, que el trabajador haya recibido una liquidación suficiente para impulsar un negocio.

La Directora General de EIDE Consultores enfatizó que no todos nacimos para ser empresarios. “Existe una brecha que es la seguridad, esa parte que permite a una persona emprender porque está dispuesta a asumir riesgos”.

Y es que existen empleados muy buenos que son emprendedores en su área, por ejemplo jefes de departamento que tienen ideas innovadoras y las ponen en práctica en la empresa pero no están dispuestos a asumir un riesgo económico.

“Puede haber diferentes tipos de emprendimiento: social, dentro de las empresas o laboral. Pero cuando se habla de emprendimiento empresarial es porque la persona está dispuesta a asumir un riesgo para obtener un rendimiento mayor a ese riesgo. Ahí es donde cruzamos la brecha de seguridad, porque hay personas que no están dispuestas a perder la estabilidad laboral y un incentivo económico satisfactorio a cambio de descubrir y experimentar nuevos caminos”, aseveró.

En este sentido, el momento de abrir una empresa es personal, como el matrimonio, y surge cuando uno está dispuesto a asumir el riesgo de perder o ganar. Porque aunque haya un excelente plan de negocio, el nicho de mercado o las circunstancias pueden cambiar de un momento a otro y propiciar pérdidas, para lo que hay que estar preparados. Ejemplo de ello, el derrumbe de Kodak, que no supo adaptarse al surgimiento de la fotografía digital, recordó.

Pero además del momento y las condiciones personales óptimas para crear una empresa, es conveniente que todo proyecto tenga una asesoría, recomendó, y para eso existen las incubadoras de negocios, principalmente las autorizadas por el Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem), que son especialistas en el acompañamiento de todos los pasos que un emprendedor debe seguir para poner y tener éxito en un negocio.

Las personas suelen considerar que el conocimiento técnico –como saber hacer pasteles- es suficiente para abrir una empresa, pero necesitan saber organizar y administrar el negocio. La falta de conocimientos administrativos con frecuencia es la parte débil de un emprendedor, comentó.

Para subsanar esta debilidad existen programas gubernamentales que a través de las incubadoras enseñan a los emprendedores a hacer un plan de negocios y los capacitan en los aspectos administrativos. Incluso, aseguró, los orientan respecto a posibles fuentes de financiamiento adecuadas para diferentes necesidades.

“Quien quiera abrir una empresa puede contar con herramientas de apoyo que le ayudarán a resolver las barreras que puedan surgir para concretar prácticamente cualquier idea de negocio. Lo más importante es su actitud, la pasión y ganas de emprender”, concluyó la Directora General de EIDE Consultores.

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