
Propietario de El Mandadito
Servicio al cliente, la mejor posibilidad de éxito
Por Xóchitl Rodríguez
Con un enfoque de servicio al cliente, donde prevalece el trato personal, cálido y amigable, el modelo de negocios de El Mandadito, centrado en la calidad y frescura de los productos, se hizo realidad en noviembre del 2020 y con éxito se abre camino en medio de la crisis causada por el Covid-19.

Y es que Ernesto Salazar Ceceña desde los diez años de edad trabajaba de empacador en un súper y soñaba con tener su propio supermercado, un interés que a lo largo de los años se convirtió en pasión y expertise que ha concretado en una propuesta que garantiza frescura, calidad y una gran experiencia de compra a precios más bajos para los consumidores.
“En cada anaquel de una tiendita pequeña, o una cadena grande, veía lo que ofrecen y analizaba cómo todo ese esfuerzo termina en las mesas de las familias. Fui profundizando en los distintos formatos que existen y así fui concretando mi idea”, rememoró.

Salazar Ceceña tuvo diversas oportunidades laborales en distintos supermercados y estaba tan comprometido con su sueño, que hace nueve años registró la marca El Mandadito. Para el 2020 estaba cien por ciento orientado a abrirlo, aunque a principios de año la pandemia era una realidad.

Sabía que iniciaba un año complicado; sin embargo, enfrentó su primer reto: conseguir inmueble. Para lograrlo, visitó 52 posibles ubicaciones, pero tenía en la mira la Plaza Dila, donde actualmente se ubica el supermercado de 400 metros cuadrados y 16 cajones de estacionamiento, lo que les permite una atención mucho más personalizada, incluso en los propios autos de los clientes.
“Con mucha humildad te comento que nunca dudamos en intentarlo. A veces, ante las grandes crisis nacen las grandes oportunidades. Dije: vamos a hacer un formato diferente, chiquito, con un trato muy cálido y que sepa ganarse un lugar en las despensas de los consumidores de Hermosillo”, comentó.

Desde finales de julio, ya con el inmueble, él y su equipo trabajaron arduamente en el equipamiento, se enfocaron en construir un gran equipo de trabajo, que considera la parte más importante del negocio, y establecieron relación con más de 100 proveedores para, finalmente, abrir las puertas al público el 20 de noviembre. “Los clientes nos trataron muy bien, desde ahí yo sentí que El Mandadito iba a prender”, dijo.
Su enfoque es ofrecer marcas prestigiadas, frutas y verduras frescas, calidad y mejores precios, con atención mucho más personalizada, tanto para clientes, como proveedores y colaboradores.
Esta propuesta de valor la logran con una estructura esbelta, donde Salazar Ceceña es el director, y coordinador de 14 empleados directos y seis indirectos que lo acompañan y asesoran en marketing, contabilidad, sistemas y transporte.

También, buscan precios más bajos entre los proveedores, a quienes se les paga de contado para disminuir costos y lograr mejor estrategia comercial.
El Mandadito abrió sus puertas al público en medio de la pandemia de Covid. Salazar Ceceña reconoció la crisis, de salud y económica, la aceptó y cumple rigurosamente con todos los protocolos establecidos por las autoridades sanitarias.

Consciente de que ofrecen un servicio primario, se propuso entender los miedos y las necesidades de los clientes para tener alimentos en su mesa, lo que le ha redituado en un número cada vez mayor de consumidores en el supermercado.

Por ello, con la satisfacción de haber hecho realidad su sueño, el emprendedor sugiere “pensar fuera de la caja y trabajar el doble” ante la crisis, ser innovadores y creativos; pero, sobre todo, adecuar el modelo de negocio para servir al cliente.
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