Transformación para mejorar

Transformación para mejorar

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Entrevista a:
Ing. Jesús Gámez García
Gerente de Planta de TE Connectivity Sensores

Hacer una reingeniería de procesos implica convertirse en agentes de un cambio que nos lleve del punto A al punto B. Aplica tanto para procesos de manufactura como administrativos y habla de pasos a seguir para lograr un objetivo con el fin de ofrecer un servicio o crear un bien, afirmó el Ingeniero Jesús Gámez García, Gerente de Planta de TE Connectivity Sensores.

Cuando se decide realizar una transformación, primero se debe establecer el objetivo -por ejemplo, reducir el tiempo total, ser más eficientes, transitar de una tecnología a otra o producir en línea- y determinar la manera de afectar lo menos posible a los clientes.

Luego viene la planeación. Al menos 75% de un proceso de transformación se debe planear en pizarrón y ejecutarlo en la misma semana, consideró, para evitar que el día a día enfríe la reingeniería.

Un factor importante es la selección de las personas que van a participar. “Deben ser las que día a día hacen ese proceso, porque son las expertas y quienes viven sus problemas. Si la persona que realiza el proceso no participa directamente en su transformación, no se conecta con el cambio ni lo toma como suyo; de manera natural se resistirá y no se comprometerá con el éxito del cambio”, advirtió. De igual forma, es importante que participen las personas que directamente tienen injerencia, sea porque asignan recursos o dan algún tipo de servicio al área que se está transformando, para que también se sientan parte de la transformación.

Hay que considerar la actitud de la gente. Las personas positivas, propositivas y constructivas buscarán el “cómo sí” las cosas sucedan. “Son fáciles de identificar: nunca faltan, son muy cumplidas, ayudan y enseñan a los nuevos, siempre están en la mejor disposición de ayudarle a la empresa y tienen un alto compromiso hacia su trabajo. Son con las que hay que empezar”, agregó.

Gámez García recomendó iniciar una transformación con lo más fácil -lo que tiene pocas variables y se puede realizar de manera sencilla-, porque existe mayor probabilidad de tener éxito y se necesitan historias exitosas para motivar al resto del personal e ir subiendo en grado de complejidad.

“La reingeniería de procesos es un modo de vida, una cultura que se implementa en la empresa. En este sentido, se hace de manera constante. Todos los días, la gente va a buscar un cambio en su estación de trabajo y va a mejorar un poquito. Con el 1 % que haga a diario, al término de un año será 365% mejor”, manifestó.

La empresa es un sistema compuesto por elementos que interactúan entre sí. Cuando se modifica uno, le pega al resto. Afecta la calidad, el servicio al cliente, el costo, la motivación o la seguridad de la gente. Entonces, la frecuencia con que se realice una reingeniería de procesos será determinada por el sentido de urgencia que tenga la empresa por mejorar, pero debería ser por lo menos una vez al mes, concluyó.

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