Entrevista a:
Doctora Ameyalli Gálvez Bujanda
Médico General. Directora de la Clínica Victoria
Las emociones son tan importantes que pueden afectar hasta la propia salud física. Pacientes que acuden a la consulta con una enfermedad, reciben tratamiento, se alivian y al poco tiempo regresan con otro padecimiento y uno más, de manera cíclica, por lo general son personas cuyos problemas de salud tienen un trasfondo emocional.
La doctora Ameyalli Gálvez Bujanda, Médico General, Directora de la Clínica Victoria, explicó que las emociones afectan a una persona en todos los aspectos. Una persona infeliz, triste o frustrada va a ver el mundo desde otra perspectiva; es decir, mientras alguien puede ver una misma situación como un reto y una oportunidad de superación, otra puede verlo como un problema más. Es un efecto diferente.
Una emoción puede hacer que la presión se suba, que es la hipertensión reactiva por ejemplo, detonada por ansiedad o por alguna preocupación fuerte; puede hacer que la persona presente taquicardia (que la frecuencia cardiaca se acelere); puede hacer sentir dolor de cabeza (cefalea tensional); puede hacer que se sienta agotado más fácil, pesado, que su día sea más difícil, expuso.
“Las emociones son un pilar en la salud. Cuidar el estado emocional es imprescindible. Actualmente la vida nos tiene corriendo casi todo el día a todos, es un ir y venir, que por lo regular no tenemos mucho tiempo de prestarnos atención, de estar al pendiente de nuestras emociones”, subrayó la doctora.
Realizar actividades que generen endorfinas –una droga de la felicidad que el cuerpo humano produce—como hacer ejercicio, bailar, reír y abrazar de manera sincera, van a ayudar a sentirse más feliz, relajado y a contrarrestar el estrés, recomendó.
“Nos gusta nuestro trabajo pero a veces abusamos o por las prisas no hacemos lo que nos gusta. Se nos olvida reír, salir a bailar, disfrutar a la pareja o a los hijos; estamos tan preocupados que se nos olvida hacer estas actividades que nos liberan endorfinas, entonces se desequilibra nuestro cuerpo por estar en puro estrés de manera constante y no estamos generándole la otra parte. Y si una persona está cansada, de alguna manera esto afecta al sistema inmunológico, no tiene una buena respuesta y es más fácil de enfermarse”, manifestó.
No es normal que una persona se esté enfermando constantemente, subrayó, por ejemplo en pacientes que acuden a la consulta con un padecimiento tras otro de manera cíclica, al empezar a indagar y aplicar un test de ansiedad o depresión al cual reaccionan, es cuando se detecta que sus enfermedades tienen un trasfondo emocional.
Cabe aclarar que todas las emociones son buenas, lo malo es que una emoción perdure sobre las otras, se mantenga, y llegue a ocasionar enfermedad. “Estar feliz es bueno pero cuando una persona siempre está feliz ya no es bueno, es un estado de euforia. Estar triste es bueno cuando corresponde a un evento pero estar todo el tiempo triste no es bueno, puede ser una depresión. Tener ansiedad por una situación de estrés inmediato es normal, pero estar con periodos de ansiedad sin un detonante es una enfermedad. La angustia también es una emoción y la angustia también nos sirve para estar al pendiente de cosas que tenemos que resolver. Todo tiene su por qué y su momento”, expresó.
Los empresarios son personas con muchísimo estrés por tener un reto tras otro y aunque éste es bueno porque sirve para crecer, padecerlo de manera constante se puede convertir en estrés tóxico y esto puede generar problemas mentales, alertó la doctora.
Por eso tiene que haber un estado de equilibrio entre el estrés y la recompensa, tomarse el tiempo para disfrutar las cosas que se tienen y no solo enfocarse en el problema. Así como las personas se hacen un chequeo médico anual, es necesario tener un psicólogo que les sirva de sostén, a donde puedan ir a descargar sus problemas y quedar “ligeritos”. El psicólogo está preparado para poder ayudar y para que les cambie completamente la perspectiva, concluyó.
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