La pandemia es un desafío.

La pandemia es un desafío.

Banco de Alimentos de Hermosillo, I.A.P. Empresarios comprometidos dan la mano y promueven apoyo
Ahora importa mucho tiempos y respuesta a los clientes
¿Se puede medir? ¡Se puede mejorar!
Ernesto Huerta Suárez
Socio Fundador de Henkan HR Consulting,
Consultoría de Estrategia de Recursos Humanos

Nuevo enfoque del liderazgo para maximizar el recurso humano

Por Xóchitl Rodríguez
Las crisis son un proceso de transformación profunda o de evolución, y por lo tanto son una oportunidad para hacer cosas distintas, con creatividad o innovación, consideró Ernesto Huerta Suárez.
El Socio Fundador de Henkan HR Consulting, Consultoría de Estrategia de Recursos Humanos, dijo que con la pandemia por Covid-19 se tiene una condición especial que, por un lado, puede ser justificante de todos los fracasos como empresa o como persona, pero también es una oportunidad de crecer.


En este contexto, el liderazgo adquiere un valor fundamental para los ejecutivos y para las personas dentro de las organizaciones, el cual “ahora es muy distinto a la forma tradicional de ser líderes”, precisó.

Entre los factores que permitirán ver la diferencia entre estas distintas formas de ser líder, se encuentran las siguientes:
1) Hay que hacer referencia clara de que es un desafío, palabra que debería tener una connotación positiva en la medida en que se presenta como un reto al cual hay que enfrentar, explicó. Incluso, en momentos tan difíciles como los actuales, hay que enfocarlo de una manera positiva y no como conflicto o caos.


2) Se debe tener en cuenta la complejidad y la magnitud del desafío. Ello exige una capacidad profunda de análisis con el fin de evitar tomar decisiones simples que no lo resuelvan.
En este momento la pandemia tiene variables muy importantes de salud pública, sociales, económicas y hasta tecnológicas y de bienestar que no estaban tan presentes. Todos estos elementos están interrelacionados y hay que verlos desde una visión holística, no sólo desde el punto de vista del costo, porque salud y bienestar también son igual a producción.


3) Debe haber comprensión. Es decir, explicó, el líder debe realizar un análisis profundo de la situación, pero también tomar una acción frente a ella para poder hacer propuestas específicas.


4) Tomar decisiones. Frente a todo este contexto y todos estos elementos, el líder no es un asesor; es una persona que debe estar presente siempre, acompañando a todo el equipo para la solución del desafío.
“Es quien debe ir enfrente, jalando, no empujando a la organización; mantener, maximizar los talentos del equipo de trabajo, que son nuevos talentos, porque ahora la flexibilidad y la sensibilidad son cosas sumamente importantes”, manifestó.


Y es que el home office, que ha crecido en importancia debido a la restricción de la movilidad para evitar contagios de Covid-19, es una acción que las empresas tomaron obligadamente por la crisis de salud y no como parte de la cultura organizacional, como una estrategia conveniente para reducir costos y ofrecer bienestar al personal, consideró.


Los trabajadores que se han visto obligados a hacer home office tienen miedo a la invisibilidad, a ser ignorados por la empresa para posibles promociones o crecimiento o prestaciones, simplemente por no ser vistos.


En este sentido, los líderes deben tener la capacidad de comunicarse de manera efectiva con los diferentes grupos y personas; mantener un interés legítimo de estar siempre conectado con la gente que, por la situación del miedo -síndrome de la cuarentena, le llamó-, están muy sensibles.


“Se requiere un liderazgo con mucho conocimiento, con experiencia, con actitudes muy claras hacia lo positivo. Valores como ser humano, que no caiga en el riesgo de ser soberbio ni se enfoque únicamente a lo financiero, o a la calidad del producto o la manufactura, sino que tenga un valor equilibrado con la gente y pueda experimentar toda clase de emociones. Las llamadas habilidades blandas”, concluyó.

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